

El 2 de Diciembre del pasado año fue mi cumpleaños. Hubo una fiesta muy bonita a la que asistieron todos mis primos y algunos amigos.

Cuando alguien hace una promesa y no la cumple, siempre suele encontrar alguna excusa que justifique la omisión del compromiso adquirido. Yo querido Pablo, podía darte una larga retahíla de motivos por los que he mantenido este blog, tu blog, tanto tiempo hibernando –bueno… y también veraneando y otoñando- pero creo que honradamente no debo hacerlo, pues aunque pudiera tener alguna coartada, no tiene sentido pedir indulgencias, mas bien procede reiniciar la publicación periódica del Mundo de Pablo y escribir todo el montón de cosas que tienes que contarme de ti y de tus hermanos; especialmente de Elena que está a punto de cumplir ¡nueve meses! y apenas tiene una pequeña referencia de cuando nació…, y gracias a la prima Rosa.
Así que que..., ¡levamos anclas! ¡izamos velas! ...La marea está subiendo y hay que aprovechar el viento que suavemente se está levantando por sotavento.Sorprendido, dubitativo, como desperezándose por el prolongado letargo, el Mundo de Pablo, lentamente, e intentando disimular su inseguridad comienza a navegar, mientras el capitán y el grumete solicitan indulgencias, esta vez sí, con la esperanza de que Eolo les haga uno de sus regalos
Con más cariño que nunca, un beso de tu abuelo Juando.