¿Os habéis apercibido con la cara que me mira la prima Zara? Pues mi padre, cuando era pequeña le ayudó a mi tita Carmen a cuidarla, esto es sin duda una entrañable cadena.
La cara de la prima Vega tampoco hay que "perdérsela". Observad que yo, dormilón donde los haya, no he podido evitar abrir un ojo -con mucho esfuerzo, ciertamente- para quedarme grabado ese gesto de dulzura.
La verdad que tengo unas primas para presumir...
¡¡¡¡QUE GUAPÍSIMAS SON!!!
Se ve a la legua que "esto" es cosa de familia.
¡Por fin me desperté! Momento que aprovechó mi tita Carmen para intentar sacarme una sonrisa. No recuerdo si lo logró, pero si estoy tan serio es por que no estoy despierto del todo. La próxima, tita Carmen sera doble, lo prometo.
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