Mi madre sigue los partidos por la tele, pero en los auriculares está conectada a la Ser. Cuando España marcó, fue la primera en ponerse a gritar, pues recibía el sonido con adelanto. Instantes después, todos nos volvimos locos y coreamos, dirigidos por una mami al borde de la histeria y casi sin voz, el golazo de Puyol.
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