sábado, 19 de mayo de 2007

"UNA DE ABUELOS"

Con estos días de verano adelantado que estamos teniendo, nada mas levantarnos, salimos a la calle y hasta desayunamos en el porche. Hoy sábado, hay muy poca actividad y circulan pocos coches, por lo que se respira un ambiente de paz y tranquilidad. Solo se oye el canto de los pájaros, pero..., aunque los gorriones siempre andan algo alborotados y meten mucho ruido, es una gozada para los sentidos.

Mi madre me comenta que más tarde vamos a ir a la playa a comer con los abuelos, pues hace varios días que se marcharon de veraneo. ¡No me extraña, con las temperaturas que tenemos, nada mejor que irse junto al mar!
O sea..., que nos vamos de paseo, todos, en el coche y a visitar a los abuelos..., ¡¡¡BIEN...!!!

Mi hermano Alberto también está muy contento y dice a que nos montemos en el coche y salgamos corriendo ya; a lo que papá le contesta, que lo haremos mas tarde cuando yo haya comido. Por que yo, soy muy pacífico y casi no me altero por nada, pero para mí..., las comidas..., son sagradas.

Mientras mi madre me prepara mi crema de verduras, como ya me estoy poniendo inquieto por el hambre, mi abuelo Juando me sube a sus rodillas y en su vehículo, empujado por mi abuelita Eli, nos damos una vuelta por el jardín.

...un paseo que dura poco, pues el recorrido es pequeño, pero lo suficiente para que mi madre prepare mi comida, y yo..., que todo lo que sea ir sobre ruedas me encanta, tenga unos momentos de felicidad.

Cuando llegamos a la casa de los abuelos en la playa, como no podía ser menos, se pusieron muy contentos, la abuela Carmen no se cansaba de repetir que estábamos muy guapos. Aunque se preocupó mucho por la pérdida del diente de Alberto.

Mi abuelito Serafín también se unió a los comentarios elogiosos sobre lo "hermosos" que están sus nietos. Yo lo estuve sobando un rato y disfrutamos ambos del placer de estrecharnos el uno al otro.
A los nietos nos encantan los abuelos/as, pero ellos también lo pasan "bomba" y se ponen tiernos con nosotros.


Como muestra, ahí al fondo, está la cara de felicidad que tiene mi abuelita Carmen contemplando a su hijo, mi papá, sosteniéndome en sus brazos.
En fin..., un día redondo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que guapo está este niño !! está para comerselo! y LOS ABUELOS QUE BUENA CARA TIENEN ! a ver si me paso a veros, q paree q vivo a 1000 km!!
un besote !!
CAROL

Pablo Murcia Lorca dijo...

Ánimo Carol, haz un hueco en tu agenda y pásate por aquí, que yo también tengo ganas de verte, que ya casi no me acuerdo de ti. Eso si, solo recuerdo que eres una tía muy guapa y simpática.

Muchos besos…