Por fin cuando Mayo está a punto de acabar, estamos disfrutando de unos buenos días, que como es natural los aprovechamos para hacer gasto de piscina.
Para Elena, el domingo, fue su su primer baño "a lo grande". Al principio estaba algo asustada por la cantidad de agua que veía, pero muy pronto se
ha hecho al medio y al parecer le gusta tanto o más que la bañera.
Mi mamá nos grabó un vídeo que cuelgo aquí, recomendando, como siempre, bajar el sonido.
También nos hizo algunas fotos para que quedara constancia del buen tiempo que estaba haciendo, lo bien que lo estábamos pasando con mi papi y mi abuela Eli y especialmente inmortalizar el primer baño piscinero de mi hermana Elena.
Alberto, con lo que le gusta el agua, no se baña para evitar que se le estropee la operación del oído. No obstante lo lleva muy bien y disfruta viéndonos a nosotros chapotear en el agua. De vez en cuando, cuando se descuida lo salpicamos un poco y todos lo celebramos, él el primero.
Vaya susto que se lleva Elena cuando la salpica el agua que ella misma ha levantado con las manos. Yo, la observo divertido, mientras papá le presta auxilio.
Así de feliz se encontraba Elena el día de su primer baño en la piscina. Y aunque la llegada del buen tiempo se demora, este verano nos vamos a pegar tal jartá de baños, que competiremos con los renacuajos.